miércoles, 11 de septiembre de 2019

MANO LENTA - La nueva generación de la comida casera


Se acabaron las vacaciones, buuuuuuaaaaaaaaa… Y para llevar mejor el periodo de adaptación (a ver si solo van a tener derecho a él los peques) nada mejor que una buena comilona, así que nos fuimos derechitos a Mano Lenta, donde se nos pasaron todos los males.
Es que la cocina de Luis Hernani anima al espíritu más alicaído. Apuestan por el producto de calidad, cuidan la elaboración y la presentación al mínimo detalle y están siempre formándose, buscando cómo sorprendernos.






En esta ocasión degustamos cosas de la carta que tienen fija y también de la de verano.
¿Os apetece que entremos ya en materia?
Pues no me enrollo más y vamos a ver los platos a los que hincamos el diente.
Ñam ñam ñam




- Kimuchi de vieiras, salsa kimchee y encurtidos: un bocado que podéis pedir tanto en barra como en comedor. Un poquillo aparatoso de comer pero merece la pena. La conjunción de sabores cítricos y especiados como el del cilantro, hacen de la vieira un lujo.




- Croquetas melosas de jamón ibérico: es rara la ocasión en que si hay croquetas en una carta, no las pida. No me puedo resistir. Es que en casa no las hago y aprovecho cualquier ocasión para comerlas. Pequeñitas, de bocado y con el interior muy fluido.





- Salmorejo de fresón y tomate, sardina ahumada: uno de los platos de temporada de verano. No estamos ante el tradicional salmorejo. Por supuesto que no, que estamos en Mano Lenta!!! Le han dado una vuelta y lo sirven con unos tropezones que convierten cada cucharada en una explosión de sabores en boca. Uno de mis favoritos del día.






- Carpaccio de solomillo de ternera, jengibre, lima y soja con trufa, parmesano y torrezno de Soria: imagino que al leer la descripción de este plato, os ha pasado como a mí. ¿Carpaccio, lima, jengibre, trufa y... torrezno? ¿Ya va a estar bueno esto? Pues está de rechupeteeeeee. Otro de nuestros favoritos. Maridan el solomillo de ternera con el jengibre, la lima y la soja y luego lo acompañan de las láminas de trufa y parmesano, de una mayonesa de truja y de trocitos de torrezno. Impresionante, de verdad.





- Ravioli de wanton y rabo de toro, jugo de trufa y patata: si hacéis una visita a Mano Lenta próximamente, pedidlo, porque es uno de los platos de la carta de verano e igual se va. La pasta wanton es pura sedosidad y el relleno de rabo de toro no es nada fuerte. Otro de mis favoritos.



- Arroz cremoso de bogavante, calamares, cebolla tostada y ajo negro: otro plato de la carta de verano. Me da pena que desaparezca porque está de muerte. Entiendo que hay que dejar sitio a nuevas propuestas y que el chef Luis Hernani no sabe estar quieto. Un arroz en su punto, con sabor...





- Hongos a la brasa con yema de caserío y velo de panceta: imagino que este plato seguirá en la carta este otoño ya que las setas y hongos son típicos de esa estación. Una apuesta que no os va a defraudar. Una sugerencia: reservar pan porque vais a untar el plato hasta dejarlo reluciente. Ya veréis...








- Ventresca, osobuco y costillas de atún rojo: acompañado de pimientos asados en casa y romesco. Es un combinado de varios de los platos de atún rojo que sirven el fin de semana (viernes, sábado y domingo). Del atún (y del bonito), como del cerdo, se aprovecha todo y aquí está el claro ejemplo. La ventresca y el osobuco los había pedido en otras ocasiones pero las "costillas de atún" nunca y ahí las cogí con la mano y rechupete, que es la única manera de comer bien estas cosas, ja ja jaaaa… Muy rico, muy rico.




- Limón verde: y para finalizar la comida, decidimos compartir postre, así que nada mejor que este tan original. No es muy pesado y resulta refrescante. ¿Queréis ver qué sorpresa esconde en su interior? Pues pasaos por mi Instagram que allí lo tenéis.





Maridamos con un vino tinto portugués (Alentejano) muy afrutado: Apelido, 2015. Nos dejamos aconsejar y nos gustó mucho. Fácil de beber pero con matices y sorpresa!!!!.
La primera vez que me encuentro con cristalitos en el corcho, también conocidos como "diamantes del vino".
Los diamantes son el mejor amigo de un amante del vino.
Son cristales de bitartrato de potasio que se forman al unirse el ácido tartárico con el potasio en condiciones de frío.
Los fabricantes de vino de alta calidad prefieren intervenir lo menos posible con técnicas tales como la estabilización en frío y el filtrado, que puede quitar al vino sutiles sabores. Así que la próxima vez que abras una botella de vino y te encuentres en el corcho cristales, disfrútalo, es una buena señal de que el producto es de calidad y está evolucionando.
Sé que lo nuestro no es normal pero, ¿no es comer bien, disfrutar del sabor, del trabajo hecho con mimo, uno de los mayores placeres? Pues nosotros nos entregamos a él sin remedio.
Continuaremos visitando Mano Lenta en más ocasiones. Ya tenemos prevista una cena a base de su hamburguesa que tenemos unas enormes ganas de probar.


¡Pasaos por allí!

MANO LENTA
Tomás Alfaro, 11
01008 Vitoria-Gasteiz (Álava)
www.manolentarestaurante.es
Tel.: 945 012 277
Facebook: Mano Lenta
Twitter: @Manolenta_Rest


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lunes, 12 de agosto de 2019

CARBÓN: nueva carta y terraza


Hace nada celebrábamos nuestro aniversario de boda y nos dimos un homenaje en uno de nuestros restaurantes favoritos, que estrenaba carta de nueva temporada: Carbón, que se encuentra en la calle Estación, en los bajos del Hotel Sercotel Ciudad de Miranda.
Os sonará porque ya os hablé de él es esta entrada AQUÍ, cuando fuimos a comer al vagón antiguo, porque en Carbón hay varios espacios preciosos y acogedores, como su comedor, el vagón y la terraza que abren ahora que hace buen tiempo. También cuentan con amplios salones para hacer cualquier tipo de celebración o reunión.


En la terraza se sirven cenas de lunes a sábado. ¿A que es ideal?
La noche que fuimos a cenar hacía fresquete y optamos por refugiarnos en el interior que tiene un aire moderno, sobrio, elegante pero muy cálido.
Nos acomodamos y nos tocó lo peor...
Elegir!!! Ja ja jaaaa…


Ya sabéis que somos unos tragones. Todo nos gusta, todo nos apetece probar... Así que echamos un vistazo a su nueva carta y pudimos comprobar que la han ampliado considerablemente y que han conservado muchos de sus platos que tanta fama les han aportado.
Porque en Carbón cuidan todos los detalles: el entorno, la materia prima, la elaboración... Se desprende de cada plato, de cada rincón, el profundo respeto que sienten por la cocina.
Nos costó decidirnos (podéis consultar su carta completa AQUÍ) pero fue un lujazo gracias a la ayuda del personal que nos confeccionó esta cena.
¡Vamos allá!

Veréis que muchos de los platos son a la brasa porque la especialidad de Carbón es La Parrilla, siendo el alma y esencia de su cocina, de la que sale una carta muy completa enriquecida con platos de temporada. 
Todo cocinado en su punto y partiendo de un producto excelente, una materia prima de primera calidad.

Comenzamos con tres entrantes:

- Croquetas caseras de jamón ibérico con leche freca: ¡cómo me recordaron a las que hacía mi abuela! Estaban deliciosas. Es uno de los platos que conservan en carta y no me extraña nada.


- Sashimi de ventresca de Almadraba con vinagreta de trufa y zanahoria encurtida: una de las nuevas incorporaciones. Es muy especial porque el atún es crudo. ¡A nosotros nos encanta! Hay que buscar que el pescado sea de la mejor calidad y frescura y eso en Carbón lo llevan siempre a la práctica. Así que si os gustan los platos con un toque asiático... ¡A por el sashimi!


- Vieira fresca a la plancha con verduras salteadas y polvo de jamón ibérico: guau, guau, guauuuuuu… Pedimos una para cada uno y en buena hora porque es impresionante. ¿Cómo no la habíamos probado en anteriores visitas? Una vieira enorme sobre una cama de crema de patata finísima, junto son unas verduritas y rematada con unos diminutos trozos de jamón ibérico que no enmascaraban su sabor, si no que lo potencian.




La elección del plato principal era nuestra mayor indecisión pero nos los solucionaron sirviéndonos medias raciones que es lo que vais a ver.

- Corte de bacalao a la parrilla con col lombarda salteada, centollo desmigado y pil-pil: me diréis que solo con leer el nombre de este manjar, no se os hace la boca agua. Pues no desmerece nada. El punto justo de cocina, ni muy hecho, ni crudo. El pil-pil riquísimo y qué puedo decir de los acompañamientos... Conjugan de diez.


- Lomo de atún de Almadraba con textura de soja, jengibre y lima: si el bacalao estaba bueno, este atún estaba de muerteeeee… Madre mía, ¡qué exquisitez! Es otro de los platos nuevos de esta carta de temporada y qué gran acierto. El pescado estaba en su punto, súper jugoso, con esa grasita deliciosa del atún. Las salsas eran perfectas y eso que a mí el jengibre no me mola pero aquí sí, no le tengáis miedo. Las vainas, aldentes, proporcionaban el toque crujiente.


- Solomillo de vaca vieja a la brasa con parmentier trufado y salsa rioja: cuando se parte de una materia prima buena, es lo que tiene... Salen platos como éste, excelentes. El suave parmentier con un ligero toque de trufa como tiene que ser (hay sabores que como te pases con ellos, matan el conjunto y en este caso, para nada) y la salsa de vino tinto rioja componían un tándem perfecto para ir de la mano de un solomillo que quitaba el sentío.


- Chuletillas de cordero a la brasa de la Sierra de la Demanda: cuando en la sencillez está el buen gusto. ¡Cómo me gustan las chuletillas! Y aquí es donde las buenas brasas se hacen las amas. Patatas de las buenas y los pimientos rojos del piquillo, otra delicatesen.
Añadir que con las chuletillas soy un poquito especial. Me gusta que la grasa quede churruscadita, nada de crudité y sin decir nada, salieron con el punto perfecto.



Los postres son otro de los fuertes de Carbón. Esta vez dejamos a un lado su requeté-conocida tarta de queso y nos decantamos por:

- Sorbete de maracuyá, piña y ron tostado: tenemos postre nuevo en la carta. Un sorbete siempre viene bien para rematar una buena pitanza. La conjunción de maracuyá, piña y ron es otro acierto.


- Cremoso de aguacate con infusión del bosque, rocalima, granizado de Benedictine y helado de tomillo: muy original. Es una mezcla de texturas sorprendente que por separado me gustó (el granizado de Benedictine, brutal) pero que conjuntamente no me convenció por tener un sabor muy potente a cítrico algo artificial. Me recordaba a los flash que tomaba de pequeña. Mi marido, sin embargo, estaba encantado.




Maridamos con un vino blanco de Rioja (Baños de Río Tobía) elaborado con uva tempranillo blanca: aD Libitum que combinaba perfectamente con cada uno de los platos.




Como en una boda de las buenas, ja ja jaaaaaa
Seguiremos visitando Carbón porque nunca falla y porque su cocina tiene el punto justo de esa modernidad que sigue conservando la esencia del producto, que no lo camufla...
Recordaos que además de su Carta, disponen de interesantes Menús, también Menú del Día y de servicio de catering y take-away (Catering Carbón).


¡Siempre es un placer!

CARBÓN
Estación, 80
09200 Miranda de Ebro (Burgos) carbonrestaurante.com
Tel.: 947 347 007
Twitter: @Carbonrestaura3


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